Suprema Corte de Brasil advierte a Bolsonaro por incumplir restricciones judiciales

El Supremo Tribunal Federal de Brasil ha intensificado el seguimiento judicial al expresidente Jair Bolsonaro, tras detectar posibles violaciones a las medidas cautelares impuestas en su contra. El juez Alexandre de Moraes, responsable del caso, dio un plazo de 24 horas a la defensa del exmandatario para justificar su conducta reciente, luego de que circularan videos en redes sociales en los que aparece pronunciando un discurso y exhibiendo públicamente la tobillera electrónica que debe portar.

Las restricciones forman parte del proceso judicial por el cual Bolsonaro es investigado por su presunta participación en un intento de golpe de Estado ocurrido el 8 de enero de 2023. Entre las medidas impuestas se incluyen la prohibición de usar redes sociales, la obligación de portar un dispositivo electrónico de monitoreo y restricciones a sus desplazamientos y contactos, especialmente con embajadas y otros acusados en el mismo caso.

Exhibición pública de la tobillera desata nueva advertencia

Durante una visita a la Cámara de Diputados en Brasilia, Bolsonaro exhibió por primera vez la tobillera electrónica a un grupo de seguidores. La aparición, que fue registrada y compartida en varias plataformas digitales, ha sido vista por la Corte como una infracción directa de las restricciones impuestas, dado que el contenido audiovisual fue compartido en redes sociales, a pesar de la prohibición clara de hacerlo, incluso a través de intermediarios.

El magistrado De Moraes enfatizó que la restricción judicial incluye cualquier forma de publicación, retransmisión o difusión de declaraciones del exmandatario en plataformas digitales. La medida busca evitar que Bolsonaro utilice los canales digitales para promover discursos o influir en la opinión pública mientras enfrenta cargos graves por atentar contra el orden democrático.

Límites adicionales y acusaciones de interferencia

Además del monitoreo electrónico, el expresidente brasileño tiene prohibido salir de su residencia entre las 19:00 y las 7:00 horas, así como durante los fines de semana. Tampoco puede tener contacto con diplomáticos, embajadores ni acercarse a representaciones extranjeras. Estas restricciones buscan limitar su capacidad de entablar comunicaciones que puedan interferir en el desarrollo del proceso legal.

El magistrado ha fundamentado estas acciones indicando la presencia de señales de crímenes como coacción, impedimento de la justicia y ataque a la soberanía nacional. Según un reporte de la Policía Federal, Bolsonaro podría haber estado involucrado en actividades destinadas a interferir con las pesquisas en progreso, abarcando supuestas estrategias para afectar decisiones desde fuera del país.

Respuesta del antiguo líder y conflictos políticos

Durante un discurso espontáneo dirigido a sus seguidores en la Cámara Baja, Bolsonaro describió la tobillera como un emblema de “máximo desprecio” y reafirmó su inocencia, insistiendo en que no ha cometido crímenes de corrupción ni de violencia. Estos comentarios han reavivado el debate público sobre el proceso, en un entorno político aún caracterizado por profundas divisiones.

El encuentro, que congregó a varios parlamentarios de oposición, terminó en un ambiente tenso y desorganizado, con reportes de un diputado herido durante el tumulto. A pesar de las advertencias judiciales, Bolsonaro continúa participando en actos públicos y reafirmando su postura de víctima política, lo que añade presión sobre el proceso judicial y sobre las instituciones encargadas de garantizar su cumplimiento.

Repercusiones globales y respaldo externo

El caso ha tenido impacto incluso más allá de las fronteras de Brasil. De acuerdo con documentos legales, tanto Bolsonaro como su hijo, el legislador Eduardo Bolsonaro, habrían tratado de implicar al gobierno de Donald Trump en maniobras destinadas a dificultar la investigación. Se les acusa de intentar conseguir apoyo en el extranjero para desprestigiar el proceso legal en Brasil y obtener respaldo diplomático que pudiera afectar el desarrollo del caso.

El escenario se intensificó cuando el exmandatario de Estados Unidos comunicó la imposición de un arancel extra del 50 % sobre las importaciones de Brasil desde el 1 de agosto, en lo que parece ser una reacción política al caso judicial contra Bolsonaro. Trump describió el procedimiento como una “cacería de brujas” y exigió su terminación inmediata, lo que los analistas ven como un intento de intervención en los asuntos internos de Brasil.

Visión del procedimiento y efectos jurídicos

Las acciones legales contra Bolsonaro continúan en marcha y podrían resultar en una sentencia de hasta 40 años de cárcel, dependiendo del desenlace de las investigaciones y el juicio en el Supremo Tribunal. El incumplimiento de las restricciones impuestas por la justicia podría complicar aún más su situación legal y llevar a nuevas penalizaciones, incluyendo la posibilidad de prisión preventiva si se determina que ha violado intencionadamente las medidas ordenadas por la Corte.

Mientras tanto, el clima político en Brasil sigue polarizado. La actuación de la justicia en este caso será determinante para evaluar la solidez de las instituciones democráticas y el respeto al Estado de derecho en el país. La próxima respuesta de la defensa de Bolsonaro, exigida en un plazo de 24 horas, podría marcar un punto de inflexión en este proceso judicial de alto perfil.

Por Anabel Graterol

Te puede interesar